Lesiones deportivas. El agitado ritmo de vida y las presiones diarias, nos impiden detenernos para revisar cómo está nuestra salud. La falta de ejercicio, la práctica de deportes sin asesoría profesional o un mal entrenamiento, pueden provocar lesiones irreversibles en el cuerpo.
LESIONES MÁS FRECUENTES
Luxación de hombro: Esto provoca un dolor agudo y la imposibilidad de mover el brazo. En este caso el hueso debe ser recolocado rápidamente en su sitio. La rehabilitación en este tipo de dolencia requiere una especial atención, ya que suele repetirse.
Lesión en la rodilla: es provocada por los esfuerzos constantes que se dan en esta articulación durante el ejercicio del levantamiento de peso. La terapia que se aplica a esta lesión tiene por objetivo evitar el desgaste y aliviar la tensión y el dolor en la articulación.
Esquinces: es una lesión de los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación. Cuando estos se estiran demasiado o presentan ruptura, la articulación duele y se inflama.
PREVENCIÓN DE LESIONES
Calentamiento para evitar lesiones: El calentamiento te permite un mayor flujo de sangre y oxígeno a los músculos, mayor relajación y concentración.
Tu calentamiento debe incluir distintos tipos de ejercicio, como trotar, estiramiento suave y un poco de ejercicios de resistencia.
Estiramientos para evitar lesiones: El estiramiento antes y después del ejercicio puede mejorar tu flexibilidad y evitar lesiones. Muchas de las lesiones deportivas más comunes se deben, en parte, a la falta de flexibilidad.
Utiliza una técnica correcta: No tiene sentido esforzarse en hacer ejercicio si tienes una mala técnica, ya que esto es una forma casi infalible de terminar lesionado. Procura aprender las destrezas correctas cuando comienzas un nuevo deporte de forma de incorporar la práctica correcta.
Conoce tus límites: Cuando haces ejercicio es importante que escuches a tu cuerpo y sepas cuándo detenerte. Si no has hecho ejercicio en algún tiempo, comienza lentamente y aumenta cuánto haces en forma gradual. Esto ayudará a evitar un tirón o distensión muscular.
Enfriamiento tras el deporte: Esto implica una actividad suave, como caminar y estirar los músculos que has usado mientras hacías ejercicio
Mantente Hidratado: Asegurarte de reponer los líquidos que has perdido durante el ejercicio es una parte esencial de la recuperación.
Nutrición correcta para ejercicio: Comer los alimentos adecuados después de una sesión de ejercicios te ayudará a recuperarte, a reabastecer la energía y proporcionarte proteínas para ayudar a reconstruir y reparar cualquier tejido muscular dañado.
Si no comes suficientes carbohidratos, te sentirás fatigado y esto puede ocasionar una lesión.
Descanso: Asegúrate de tener días de descanso en tu programa de entrenamiento semanal para ayudar a tu cuerpo a recuperarse del ejercicio. Intenta ejercitar distintas partes del cuerpo en días consecutivos.