¿QUÉ ES LA INSUFICIENCIA RENAL?
Diferentes razones pueden provocar el mal funcionamiento renal, volviendo a uno o a los dos riñones incapaces de realizar con eficiencia las anteriores funciones. Nuestra función renal es como una carretilla con dos ruedas: si nos falta una, pero la otra está en buenas condiciones, podrá realizar adecuadamente su función, aunque ese único riñón deberá protegerse especialmente para que la “sobrecarga” a la que está sometido no le lleve a fracasar también.
Los riñones son dos órganos gemelos son encargados de filtrar los desechos y sustancias tóxicas de la sangre y producir la orina, regulan la hidratación de nuestro organismo y la concentración en la sangre de sustancias como el sodio, el potasio, el calcio, el fósforo, el bicarbonato y otros iones
Causas la insuficiencia renal
La causa más frecuente de insuficiencia renal aguda debida a un problema del riñón es la necrosis tubular aguda, que es un daño a la unidad glomerular (de filtrado) y que puede obedecer, a su vez, a diversos motivos:
- Administración de algunos fármacos y de contrastes yodados (empleados en algunas pruebas de imagen).
- Episodios graves de deshidratación.
- Tensión arterial muy baja u obstrucciones provocadas por posibles cálculos renales, algunos tumores o un agrandamiento de la próstata en varones.
Por su parte, las principales causas de
la enfermedad renal crónica son:
- Diabetes: el nivel de azúcar en la sangre es demasiado elevado.
- Hipertensión: presión arterial alta.
Ambas causas establecen un “círculo vicioso”, dado que la afectación de los riñones va a empeorar aún más la diabetes y el control de la tensión arterial.
¿Qué síntomas tiene?
La rapidez con la que se produce el deterioro de la función renal diferencia lo que se denomina insuficiencia renal aguda (rápida), de la insuficiencia renal crónica (lenta y progresiva). Algunos síntomas son típicos de la insuficiencia renal aguda, mientras que otros son típicos de una larga y lenta evolución de la pérdida de función de nuestros riñones. Otros síntomas pueden aparecer en ambas situaciones.
La insuficiencia renal aguda, dado su comienzo
brusco, suele dar la cara a través de:
- Menor producción de orina, que puede ser más oscura, o ausencia de orina (anuria).
- Mayor necesidad de ir al baño, sobre todo por la noche (en un menor número de casos, en lugar de menor producción de orina, se produce un aumento de esta).
- Retención de líquidos: provoca edema o hinchazón de pies o tobillos.
- Bolsas alrededor de los ojos, sobre todo por la mañana.
- Boca seca y picores en la piel.
- Problemas digestivos: falta de apetito, náuseas, vómitos, gastritis y trastornos en el ritmo intestinal.
- Dificultad para respirar.
- Somnolencia, cansancio y falta de aliento.
- Dificultad para pensar con claridad y confusión.
- Calambres nocturnos.