¿Por qué realizarte una endoscopía digestiva alta?
La endoscopia alta es la mejor técnica para el diagnóstico de las enfermedades del aparato digestivo (esófago, estómago y duodeno). Es una herramienta básica tanto para el diagnóstico de las patologías como gastritis, úlcera, lesiones tumorales o lesiones pre neoplásicas del tubo digestivo.
Existen diversos motivos por los cuales se puede llevar a cabo una endoscopia digestiva:
- Analizar problemas del esófago, tales como esofagitis, estrechamientos o tumores.
- Analizar problemas del estómago: gastritis, tumores y úlceras gástricas.
- Diagnóstico de hernia de hiato y/o de reflujo gastroesofágico.
- Cirrosis hepática: en estos casos pueden darse engrosamiento en las venas del estómago y del esófago, las llamadas varices esofágicas.
- Hematemesis: para encontrar la causa de los vómitos con sangre.
- Se utiliza en casos de anemias por falta de hierro y existe sospecha de que hay pérdida de sangre en el tubo digestivo.
- Muestras para diagnosticar infecciones bacterianas.
- Para llegar a la salida de la vía biliar del duodeno y diagnosticar enfermedades.
Preparación para una endoscopia digestiva
Nuestros especialistas en gastroenterología del Centro Médico Daniel Alcides Carrión nos recomiendan lo siguiente:
- La endoscopia digestiva no es un procedimiento que requiera una gran preparación para llevarla a cabo.
- El paciente no debe ingerir comida o bebida durante las ocho horas anteriores al examen, así como dejar su medicación habitual salvo que el especialista indique lo contrario.
- Por otro lado, salvo norma general, al paciente no se le administrará ninguna medicación antes de la prueba, aunque en ocasiones se puede aplicar un anestésico local en la garganta para reducir las posibles náuseas.
- Existen también casos en los que se administrará sedación intravenosa para relajar al paciente.