La resistencia a la insulina es una condición en la cual las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. El páncreas es el encargado de liberar dicha hormona e indicar a las células que se abran para que absorban el azúcar y lo conviertan en energía, al no darse de forma adecuada esta función, se genera exceso de glucosa reduciendo la capacidad de las células de absorber y utilizar el azúcar en la sangre. El páncreas continúa intentando regular el nivel de glucosa en la sangre, pero al no generarse de forma adecuada, con el tiempo, llega al rango diabético.
Factores de riesgo
Determinados factores pueden llegar a contribuir al desarrollo de la enfermedad, como son:
- Las personas con sobrepeso tienen mayor riesgo de presentar resistencia a la insulina.
- El riesgo aumenta si tiene antecedentes familiares como diabetes tipo 2.
- Si el rango de edad supera los 45 años.
- Cuando presenta apnea obstructiva del sueño.
- Hígado graso.
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Alimentación alta de azúcar y grasas saturadas.
- Consumo de medicamentos como esteroides, antipsicóticos y medicamentos para el virus de la inmunodeficiencia humana.
¿Presenta síntomas?
Por lo general no presenta síntomas notorios y se detecta durante un examen de salud o análisis de sangre de rutina. Sin embargo, se puede tomar en consideración:
- Medidas de cintura.
- Acumulación de grasa en la zona abdominal.
- Los niveles de glucosa presentes en ayunas.
- Cansancio y fatiga constante.
- Menstruación irregular.
- Piel oscura y húmeda en las axilas o parte inferior del cuello.
¿Se puede prevenir?
Modificar actividades diarias pueden disminuir el factor de riesgo, como sería:
- Mantener una alimentación saludable e equilibrada.
- Medir la cantidad de alimentos que se consume.
- Realizar actividad física.
- Pérdida de peso.
- Evita el consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados.
- Mejorar las horas de sueño.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Es importante realizar un chequeo periódico, sobre todo si presenta los síntomas antes mencionados y si cuenta con antecedentes familiares, un repentino aumento o pérdida de peso, sed y hambre excesiva, orina frecuente o heridas que no sanan adecuadamente.