1. EXAMEN DE MAMAS
Pruebas medicas que deberían hacerse las mujeres. Este tipo de pruebas son fundamentales para detectar cualquier anomalía que se produzca en los pechos de la mujer. Existen dos tipos: el examen clínico, que realiza tú médico, y la autoexploración, que se lleva a cabo en casa.
Lo ideal es realizar la primera exploración con ayuda del médico y que este nos indique cómo se realiza el examen de forma correcta
Aunque el cáncer de mama es muy poco frecuente en mujeres con edad inferior a los 30-35 años, los ginecólogos realizan de forma rutinaria esta prueba en sus revisiones anuales a todas sus pacientes, palpando las mamas y las axilas en busca de alteraciones en las mismas.
2. MAMOGRAFÍA
La mamografía “es la prueba más eficaz para diagnosticar precozmente el cáncer de mama, ya que es capaz de detectar las lesiones mucho tiempo antes de que puedan ser descubiertas por una misma o por el médico”.
La prueba es, básicamente, una radiografía de la mama realizada con un aparato especial de rayos X que se ajusta al tamaño de esta.
3. EXAMEN PÉLVICO
Esta prueba que practican de forma rutinaria los ginecólogos a partir de los 13 o 15 años se compone de tres partes: el examen de la parte exterior de los genitales, o vulva; el análisis del interior con un espéculo; y un examen manual para palpar los órganos internos. En ocasiones, el médico puede acompañar la prueba de un examen rectovaginal.
Se recomienda someterse a un examen pélvico una vez al año a partir de los 21, como parte de la revisión anual del ginecólogo.
4. PRUEBA DE PAPANICOLAU
Es la técnica más utilizada para detectar de forma precoz el cáncer de cuello uterino y las lesiones precancerosas.
Se trata de una prueba sencilla, no dolorosa, que se realiza durante los exámenes ginecológicos rutinarios. Mediante una espátula se obtienen células del fondo de la vagina y del ectocérvix, y con un pequeño cepillo redondeado se toman células del interior del cuello. Todas estas muestras se mandan analizar en laboratorio.
5. DENSITOMETRÍA OSEA
Esta prueba sirve para determinar la densidad mineral, o masa osea, de los huesos. Se realiza con un aparato especial de rayos x que permite conocer el estado de los mismos y así determinar el riesgo de fracturas y la posibilidad de padecer osteoporosis, una enfermedad caracterizada por una pérdida progresiva de calcio y un descenso de la masa ósea.
La enfermedad es propia de las mujeres postmenopausicas, por lo que se recomienda pasar por este examen a partir de los 45 años o si se cumple con algún otro factor de riesgo como una menopausia temprana, antecedentes familiares o si se han sufrido fracturas por traumatismos menores.
pruebas medicas que deberían hacerse las mujeres